Políticas de teletrabajo, adquisición de test rápidos, instalación de cámaras térmicas, toma individual de temperatura a empleados y clientes, túneles de ozono… En estos días se barajan muchas medidas de contención. Pero, ¿hasta qué punto están las empresas legitimadas para aplicarlas? ¿Qué implicaciones legales o responsabilidades inherentes se están asumiendo a nivel corporativo?

No todo vale

La Agencia Española de Protección de Datos y las autoridades sanitarias han advertido que, durante el estado de alarma, el desconfinamiento y la “nueva normalidad”, no todos los tratamientos de datos personales, ni todas las medidas de seguridad, quedan legitimados en base al interés público.

Las empresas deben tomar decisiones de desescalada que permitan garantizar un nivel adecuado de privacidad y seguridad, que a su vez queden debidamente recogidas en políticas de privacidad y procedimientos formales de actuación.

¿Tienes una empresa dedicada al sector servicios, cuya actividad principal se rige por una gran exposición al público (cines, museos, restaurantes, tiendas, centros comerciales, etc.)? ¿Prestas asesoramiento a terceros (PRL o seguridad física) y no sabes cómo afrontar de forma adecuada una desescalada sin infringir derechos en materia de privacidad? Queremos ofrecerte una solución ágil, que te permita recobrar la normalidad laboral en el menor tiempo posible y que ofrezca las mayores garantías para tus empleados y clientes:

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